martes, 13 de abril de 2010

"El único que está siendo investigado por los crímenes franquistas es el juez que trató de investigarlos"


La Universidad y los sindicatos, contra el "golpe brutal a la democracia" por el juicio a Garzón
La Universidad y los sindicatos se han unido hoy en Madrid en un multitudinario acto en apoyo al juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, cuya suspensión es inminente después de que el Tribunal Supremo decidiera admitir contra él tres querellas, una de ellas de La Falange por su investigación de los crímenes de la guerra civil y del franquismo. El ex fiscal Anticorrupción Carlos Jiménez Villarejo ha sido el encargado de abrir el acto, celebrado en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense, con palabras muy duras contra el juez Luciano Varela, cuya decisión para sentar en el banquillo a Garzón consideró un “hecho doloso e injustificable”.
El enjuiciamiento del magistrado merece para el ex fiscal Anticorrupción el más “absoluto rechazo”, ya que propina un “golpe brutal a la democracia española” al convertirse en “instrumento de la expresión del fascismo español”. Para Jiménez Villarejo, el auto de Varela “conduce a una situación crítica para la democracia” de nuestro país, así como del “Poder Judicial y de su más alta instancia, el Tribunal Supremo (TS)”. En su opinión, esta causa “es absolutamente incompatible con un sistema democrático”

Acabar "de forma urgente" con esta "cosas insólitas"
Jiménez Villarejo, cuya intervención estuvo interrumpida por constantes aplausos del público – personalidades del mundo judicial y de la cultura, representantes de los sindicatos y estudiantes-, reclamó “de forma urgente e inmediata que se acabe con cosas insólitas en un Estado democrático como que los jueces sean perseguidos por ser justos (…), como si hubieran vuelto las sombras de la dictadura sobre los tribunales españoles”. Además, exigió que Garzón no sea suspendido de sus funciones el próximo 22 de abril “para que España entera, la democracia, los ciudadanos, no padezcamos la vergüenza de que el juez salga expulsado de la Audiencia Nacional por perseguir los crímenes del franquismo y de la corrupción y por ser un juez justo”.

"Criminalización" de la independencia judicial
El ex fiscal aseguró que Garzón no ha cometido prevaricación, puesto que se ha ceñido a normas y tratados internacionales, y consideró que la admisión de la querella por las investigaciones del franquismo es “una falta de respeto absoluta” a las víctimas del régimen y a sus familiares. Además, criticó que su admisión “ha significado algo insólito en el sistema democrático”, como es “la criminalización directa al libre ejerccido de la independencia judicial”. “Es inconcebible en un Estado democrático, y lo ha hecho el Tribunal Supremo”, lamentó.

Jueces cómplices durante la dictadura
Por otra parte, criticó que en su auto Varela defendiera “la encomiable sensibilidad de jueces y magistrados con los crímenes de la dictadura”, algo que, dijo, sólo puede afirmarse “desde la ignorancia”, ya que los magistrados de aquel periodo “fueron cómplices hasta el último día de las torturas” y no se atrevieron “a abrir causa alguna por torturas (…) a lo largo de 40 años”. “¡Por favor, un poco de respeto a la memoria de las víctimas!”, exclamó.

"Democracia incompleta"
Durante el acto también intervino la estudiante de Ciencias Políticas Sara Porras, que consideró que este escenario sería “impensable en otros países como Alemania”, lo que “muestra la democracia española como una democracia incompleta, donde el franquismo y sus crímenes gozan de impunidad, y las víctimas carecen del derecho a la justicia y a la reparación”. “No podemos hablar de prevaricación en una resolución que coincide con tratados y internacionales y con recomendaciones de la ONU”, apuntó, y lamentó que “la única persona que está siendo investigada por los crímenes franquistas es el juez que trató de investigarlos”.

"Garzón en el banquillo, los protagonistas de la Gürtel en el escaño"
Además, Porras consdieró “bochornoso ver a Garzón en el banquillo y a los protagonistas de la Gürtel en el escaño”, en relación al segundo de los procesos que tiene abierto el magistrado en el Supremo, por las escuchas de la trama. Sobre esta segunda querella, Villarejo había asegurado que le produce “bochorno y sonrojo como demócrata que el Tribunal Supremo se haya atrevido a semejante barbaaridad”, ya que “hay como mínimo dos magistrados” que están de acuerdo con las escuchas y “comparten los mismos criterios y razones” que Garzón para ordenarlas. En este sentido, descartó que pueda existir prevaricación y advirtió de que la admisión de esta causa “ha abierto una puerta que va a favorecer mucho a la delincuencia organizada” y a otros criminales que también están pidiendo la anulación de pruebas en sus casos.

"El franquismo seguirá impune"
Tras la lectura del manifiesto conjunto suscrito por los sindicatos CC.OO. y UGT, el secretario general de éste último, Cándido Méndez, lamentó que el Supermo admitiera estas querellas “en contra de la opinión del fiscal y de otros magistrados” y se preguntó cómo es posible que Garzón haya investigado “con aplausos” crímenes cometidos en otras dictaduras en el extranjero “y no pueda ni intentarlo con las mismas armas [del derecho] con la dictadura franquista”. “La causa contra crímenes de lesa humanidad ha derivado en una causa contra el juez”, denunció, y subrayó que “el franquismo seguirá impune y quien se enfrentó a ello, convertido de juez en acusado”.

No se puede "amparar el genocidio"
Por su parte, el líder de CC.OO. Ignacio Fernández Toxo, consideró una “paradoja” que “el primer juicio por crímenes de la dictadura pueda llevar al banquillo al juez que se ha atrevido a retirarnos la venda de los ojos”, y tachó de “ignonimia” que “una organización que podría ser ilegal en otros países, en España vea atendidas sus peticiones judicialmente”. Por otra parte, recordó que la Ley de Amnistía de 1977 “no pude conducirnos a un ejercicio de amnesia colectiva” ni “puede en ningún caso amparar el genocidio” que “se practicó en España durante décadas, no sólo durante los tres años de la guerra”. A su juicio, la investigación de los crímenes franquistas “no es una revisión histórica, es un ejercicio de loable reparación” de las víctimas.

Berzosa defiende el acto
Al acto también ha acudido el rector de la Universidad Complutense, Carlos Berzosa, que defendió la convocatoria y salió al paso de las críticas de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, asegurando que “el atentado sería que no pudiéramos celebrar este acto”. Berzosa dijo no entender por qué la dirigente cree que “es un atentado a la democracia que la gente se reúna y exprese libremente”, y avaló que el evento sea en la universidad, porque ésta debe ser “un foro abierto a la libertad de expresión”.

Llamazares, contra las palabras de De Cospedal
Antes de comenzar el acto, el diputado de IU, Gaspar Llamazares, también respondió a De Cospedal asegurando que se trata de una actividad “democrática y perfectamente lícita en defensa de la honestidad e un juez”. En su opinión, la dirigente tiene “su propia noción de la legalidad” y “le encantaría veta e incluso prohibir todo con lo que no está de acuerdo”.

Otros asistentes
En el acto también participaron otras personalidades del mundo de la política y de la cultura, como el ex presidente de la Generalitat Pascual Maragall, el coordinador general de IU, Cayo Lara; el historiador Ian Gibson; el presidente del Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Carlos Iglesias, y el el embajador en misión especial para proyectos en el marco de la Unión Europea (UE), Carlos Carnero, entre otros. También ha acudido una delegación de las Abuelas de Mayo desde Argentina, que han sido recibidas con un caluroso aplauso de los
asistentes.

Fuente: elplural.com

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