El Ministerio de Defensa está preparando una modificación del reglamento de honores militares que prevé, entre otras novedades, cambiar el desarrollo de los funerales de Estado para adecuarlos a la nueva ley de Libertad Religiosa que prepara el Gobierno. Hasta ahora, cuando un militar fallecía en un acto de servicio, a los homenajes puramente castrenses se sumaba una ceremonia religiosa. Con el nuevo reglamento, las familias de los fallecidos podrán elegir si quieren que se celebre una ceremonia católica o bien de alguna otra de las confesiones religiosas que se profesan en nuestro país. Los efectivos que no tuvieran ningún tipo de fe recibirán solamente los honores puramente militares.
El reglamento que actualmente regula los honores y ceremonias militares data de 1984, por lo que la ministra de Defensa, Carme Chacón, considera que ha llegado el momento de modificar la norma y adaptarla a las nuevas condiciones que imperan en la sociedad. Según recoge hoy el diario La Razón, Defensa ultima ya el nuevo reglamento, cuyas principales novedades tendrán que ver con los actos religiosos dentro de las Fuerzas Armadas.
Funerales de Estado sin caracter religioso
Uno de los puntos en los que mayor aplicación tendrá esta ordenanza es en los funerales de Estado celebrados en honor de los militares fallecidos en actos de servicio. Hasta ahora, el reglamento preveía además de las ceremonias propiamente castrenses la celebración de una misa católica, algo que será suprimido con la nueva norma. El texto permitirá a las familias de los militares fallecidos expresar sus preferencias a este respecto: podrán solicitar que se oficie una misa católica, pero también funerales según los ritos de otras religiones o bien suprimir totalmente el acto religioso.
Procesiones voluntarias
Además, el reglamento establecerá la obligatoriedad de acudir a los funerales militares, pero suprime este carácter para todos los actos religiosos. Ello incluye, por ejemplo, la participación del Ejército en procesiones y otras manifestaciones similares en las que han participado tradicionalmente. Es el caso de la procesión del Cristo de Mena en Málaga, donde desfilan siempre miembros de la legión, o la del Corpus Christi en Toledo, donde tiene representación la Academia de Infantería, por poner algunos ejemplos.
Carácter voluntario
El reglamento no impedirá que los militares participen en este tipo de actos, pero sí otorgará un carácter voluntario a la concurrencia a estas celebraciones para cumplir con la nueva ley de libertad religiosa que el Gobierno central aprobará en los próximos meses. La norma de 1984 establece que “con motivo de celebraciones de carácter religioso con tradicional participación castrense, las autoridades militares podrán designar piquetes o escoltas adecuadas al acto”. La nueva norma ofrecerá a los militares la opción de formar parte de esas escoltas, pero siempre de manera voluntaria.
"Arrastre histórico"
Durante la presentación de uno de los cursos de verano de El Escorial en el que se trataba el tema de la libertad religiosa, el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, se refirió a esta participación del Ejército en actos puramente religiosos y apuntó que es necesario “fijar cuál es el poder de los papeles públicos ante el fenómenos religioso”, ya que “hay mucho arrastre histórico” en este ámbito. “Cuando preparamos un funeral de Estado, nos encontramos con que hay militares que profesan religiones distintas, y ya no podemos solventarlo con un tipo determinado. Habrá que tomar alguna pauta, aunque después siempre habrá la lógica de cada caso”, apuntó.
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