Zapatero para los pies a Ferrán: “Soy el presidente del Gobierno, que no se te olvide…”

El presidente del Gobierno le preguntó al de la patronal si iba “de empresario, o de algo más”

“Soy el presidente del Gobierno, que no se te olvide… Soy el presidente de todo los españoles, no sólo de los tuyos”. Son palabras que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, dirigió al jefe de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán y que demuestran la tensión que se vivió durante la “durísima” cena celebrada el pasado miércoles en el Palacio de La Moncloa. El presidente no ocultó su disgusto por la actitud de la patronal, que ha boicoteado abiertamente el deseado diálogo social, y acorraló a Díaz Ferrán, llegando a preguntarle si iba “de empresario, o de algo más”, expresando así sus sospechas de que la mano negra del PP estaba tras la férrea negativa empresarial. La cena concluyó con una amenaza: “Os doy 48 horas. Si esto no funciona, actúo como Gobierno”.
“Durísimo”. Es como los testigos de la cena definen el encuentro entre Gobierno –Zapatero, la ministra de Economía Elena Salgado, el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho-, y el jefe el Gabinete de Moncloa, José Enrique Serrano Martínez- y agentes sociales –Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo por los sindicatos y Díaz Ferrán, Jesús Bárcenas por los empresarios-.
¿Matices?
Hoy el diario El Mundo reproduce líneas de la conversación que dan una idea de la tensión del momento. Quien rompió la baraja fue Serrano, que empezó planteando la situación, bloqueada en dos puntos: el deseo de la patronal de rebajar las cotizaciones en 4 puntos y no en 1.5 como propone el Gobierno, y su obcecación en la reforma laboral. Ferrán habría dicho a continuación que las diferencias son “cuestión de matices”, pero sus correcciones eran tan sustanciales que Zapatero le rebatió. “Eso no son matices”, zanjó cuando el empresario apuntó que quitaría puntos enteros de su propuesta.
Diálogos tirantes
Toxo terció en la trifulca, observando a Ferrán que “también” habla con empresarios “y me dicen cosas que no son las que tú dices”. De hecho, esta distancia también se escenificó en el planteamiento de Bárcenas, que no osó contradecir a su superior de la CEOE, pero se alejó de sus derroteros mostrando la falta de créditos como su principal preocupación. Uno de los momentos de máxima tirantez se habría vivido cuando Zapatero dijo a Ferrán: “Oye Gerardo, en este tema, ¿vas de empresario o de algo más?”, insinuando que su interlocutor recibía órdenes del PP.“Yo creía que venía a otra cosa”, apuntó en un momento el jefe de la patronal, para recibir una repuesta durísima de Méndez: “¿Qué te creías, que venías a una boda?”.
La rebaja de cotizaciones
Hubo un nuevo momento de confrontación cuando el de la CEOE calificó de poco relevante la rebaja de cotizaciones propuesta por el Gobierno, que significa 4.500 millones de euros. “¿Ah, no? Pues la quito”, se indignó Zapatero. En este punto intervino la ministra Salgado, para recordarle que la rebaja era “inamovible” porque los presupuestos estaban cerrados y no iban a “rehacerse” por capricho empresarial. Ayer, desde Moncloa se explicó que es falso que con la rebaja de cinco puntos que piden los empresarios se cree más empleo: supondría unos 16 euros por cabeza, “¿Cuántos empleados tiene que tener una empresa para conseguir con este descenso crear un solo puesto de trabajo de mil euros?", argumentaban.

Elevando al alza las exigencias
Ante el fracaso de la negociación, Zapatero terminó dando un ultimátum: “Os doy 48 horas. Si esto no evoluciona, actúo como Gobierno”, apuntó. El plazo termina hoy y, a la espera de una última reunión prevista para las cinco de la tarde, la patronal ha endurecido su apuesta. En la nota de ayer, sus exigencias habían situado la rebaja de cotizaciones en seis puntos, y pasaban por el “despido libre” –que no por la rebaja del despido-. Los sindicatos, de los que el Gobierno ha elogiado su voluntad dialogante y su disposición a ceder, calificaron este nuevo documento de “tomadura de pelo”. Las palabras que Zapatero dedicó a Ferrán en su despedida parecen proféticas: el presidente le señaló su “responsabilidad” en el fallido pacto.