La reforma de la justicia “sería un paso hacia un sistema autoritario”
El intento del presidente de Italia, Silvio Berlusconi, por controlar el poder judicial está provocando duras reacciones de muchos sectores de la sociedad. Los magistrados, que son los directamente afectados en este caso, son los que más duramente han criticado a Il Cavalieri por el riesgo de sumisión de la justicia a la política, evocando el recuerdo del fascismo.Fue el secretario de la Asociación Nacional de la Magistratura, Giuseppe Cascina, quien, en una entrevista, manifestó abiertamente lo que muchos otros piensan. “La independencia de la magistratura fue designada tras la dictadura fascista para evitar el uso político de la justicia”, explicó Cascina, en referencia a la posible introducción de miembros políticos en el consejo de gobierno de la magistratura (CSM). “Sería un paso “hacia un sistema autoritario”, alertó el juez.
Las críticas a Berlusconi son fruto del proyecto de reforma de las leyes judiciales que el Gobierno conservador italiano quiere presentar a la vuelta del verano. Los ejes centrales del proyecto serían la modificación de competencias del CSM, la separación de la carreras profesionales de jueces y fiscales, así como la introducción de “criterios de mérito” en la evaluación de los jueces.
A fecha de hoy, sin embrago, no se sabe muy bien en que consistirán esas reformas ni a que tipo de “méritos” se refiere Berlusconi. Lo que sí parecen tener claro los magistrados italianos es que no pueden estar de acuerdo los fundamentos de la reforma. Cascina incluso amenazó con acudir a la Corte Europea para entorpecer la reforma si sigue adelante tal y como está planteada.
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