Parece normal, por otra parte. Nadie esperaría que el presidente del Gobierno hiciese cola en Barajas, ante los puestos de facturación, con toda la troupe Aznar cargada de maletas atestadas de bañadores y chancletas.
Avión militar
La noticia, de Europa Press, la recogía en aquel entonces El Mundo: “El presidente, acompañado por su esposa, Ana Botella, y sus hijos Ana y Alonso, ha posado para la prensa junto a la piscina de su finca, en la que se instaló ayer después de su llegada al aeropuerto de la capital menorquina a bordo de un avión militar”.
El enlace Aznar-Agag
Sus vacaciones, no obstante, tenía fecha de caducidad: el día 25 de agosto. Y es que, para aquel día, la familia debía volver a Madrid porque tenían un compromiso de grandes dimensiones, casi imperiales: la boda de Ana Aznar y Alejandro Agag. Un enlace que debió acarrear unos costes mucho mayores de los que le hubiera supuesto a Zapatero viajar en clase turista hasta Sevilla.
Cinco estrellas
Aznar, que quería dedicar sus vacaciones “a navegar, leer y jugar al golf en Son Parc” también tenía planeado realizar una última actividad antes de volverse, bastante más alejado de la austeridad de la que presumen en el PP: cenar “junto a los militantes menorquines del Partido Popular en los salones del Insotel Punta Prima, un complejo hotelero de cinco estrellas”.
miércoles, 27 de mayo de 2009
Aznar iba en sus vacaciones a Menorca… ¡en avión militar!
Señor Arenas, ¿debió pagarse el ex presidente un billete en Iberia?
3 de agosto de 2002. El presidente del Gobierno, José María Aznar, llega acompañado de su familia a Menorca para disfrutar de unas merecidas vacaciones. En el aeropuerto le reciben la delegada del Gobierno en las Islas Baleares, y el director insular del Gobierno en Menorca, Guillermo de Olives. ¿Y de dónde descienden los Aznar-Botella? Pues de un avión militar, por supuesto.
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