Francisco Camps ha finalizado ya su declaración como imputado ante el TSJV en el marco de la Operación Gürtel. Tras unos 45 minutos de comparecencia, el presidente valenciano ha abandonado las instalaciones, asegurando a la prensa que se encuentra "muy satisfecho y contento" de haber podido explicar al juez "la verdad" sobre su imputación, y que espera que todo vaya "lo más rápido y mejor posible". El juez ve indicios de un presunto delito de cohecho, y apunta que el presidente valenciano podría haber recibido trajes por valor de 12.783 euros pagados por Orange Market, la empresa de Francisco Correa, presunto cabecilla de la trama, en Valencia.
Arropado por su equipo
El presidente de la Generalitat valenciana ha llegado a la sede del tribunal a las 8:50 de la mañana, una hora antes de que comenzara su turno de declaración, y lo ha hecho acompañado de sus tres vicepresidentes (Vicente Rambla, Juan Cotino y Gerardo Camps), y de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá. Juntos y sin hacer declaraciones han entrado en el tribunal. Diez minutos después, los vicepresidentes y han abandonado las instalaciones, pero ha permanecido Rita Barberá.
Numerosos simpatizantes y... detractores
A su llegada al tribunal un grupo de seguidores ha aplaudido y vitoreado a Camps al grito de “presidente, presidente”. Los alrededores de la sede del Tribunal Superior de Justicia se han convertido, mientras declaraba como imputado en el caso Gürtel el president de la Generalitat, Francisco Camps, en un hervidero de gente que ha coreado mayoritariamente frases de apoyo, aunque también se han oído lemas en contra: sobre las 10 de la mañana un grupo de la Intersindical Valenciana se ha congregado también frente al tribunal portando globos blancos y rojos y unos bigotes gigantes (en alusión a los de Álvaro Pérez, que también ha comparecido esta mañana como imputado). Allí han desplegado una pancarta con el lema “Amiguito del alma, ¿y las privatizaciones?”.
A partir de ese momento, con medio millar de personas congregadas, la calle ha quedado dividida entre los seguidores de Camps, que ocupaban las aceras junto a la puerta principal del TSJCV, y los detractores, que se han ubicado justo enfrente, en las isletas destinadas a las autobuses de la EMT, separados por la calzada por la que pasaban los coches. Uno de los simpatizantes del president se ha enfrentado con los sindicalistas y ha roto su pancarta, entre aplausos y frases de "Camps president".
Protección policial
La tensión dialéctica entre ambos "bandos" ha devenido en una ocasión en un forcejeo, cuando se ha presentado un hombre ataviado con un blusón y pañuelo fallero y el cartel "Camps dimite ya", o la expulsión al grito de "fuera, fuera" de una mujer que se ha mostrado poco adicta al PP. Así, se han sucedido los gritos de "caradura, caradura", apagados por los mayoritarios de "presidente, presidente" o "Yes, we Camps"; los reproches como "sindicatos vividores", "sois cuatro gatos" o "más trabajar, menos marear", respondidos con silbidos y los lemas "Camps a la prisión", "trajes para todos" o "fuera", e incluso el pinchazo de dos de los globos de los detractores del president. La tensión ha ido creciendo entre ambos bandos hasta el punto de que han tenido que ser separados y protegidos por la Policía, un bando, por la nacional y el otro por la local.
Baño de multitudes a la salida
La salida de Camps ha sido anunciada con la llegada de la alcaldesa y los tres vicepresidentes para acompañarle, quienes han sido recibidos con aplausos y vítores. El presidente se ha podido dar un auténtico baño de multitudes antes de subirse al coche oficial en el que ha abandonado el lugar, mientras Barberá y los vicepresidentes se han marchado andando entre los saludos de la gente.
Pérez y Betoret
Hoy han prestado también declaración como imputados el ex jefe de gabinete de la Conselleria de Turismo Rafael Betoret, y el director de Orange Market, Álvaro Pérez El Bigotes, a quien une una fuerte amistad personal con Camps. Todos están acusados de presuntos delitos de cohecho.
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