María Rosa de la Cierva advirtió que “la Iglesia nunca aceptará moralmente un aborto” ni la eutanasia, y que “no se puede confundir lo legal con lo moral”, porque “no todo lo legal es moral”.
María Rosa de la Cierva parece no recordar que, tal y como está recogido en la Constitución, España es un país aconfesional en el que la religión católica (ni ninguna otra) es oficial ni tiene carácter estatal. De otro modo, no se explican sus afirmaciones sobre la aplicación de leyes como la del aborto o la aún inexistente sobre la eutanasia.
¿Cultura "de la muerte" o "de la vida"?
Durante una entrevista en la COPE, la secretaria de la Provincia Episcopal de Madrid advirtió que la postura de la Iglesia ante estas dos cuestiones es “meridiana y muy clara, desde siempre”: “Terminar con una vida siempre irá en contra de la moral de la Iglesia”. A su juicio, “se están haciendo cosas muy lamentables” en este terreno, pues “vivimos en un momento social en el que parece que se fomenta la cultura de la muerte frente a la cultura de la vida”.
Moral por encima de la ley
De la Cierva insistió en que la Iglesia no puede aceptar el aborto o la eutanasia “en ningún supuesto” porque la “fe va por encima de las cuestiones legales”. “A los católicos no nos va a importar la legalidad, nos importa lo moral”, advirtió, y aseguró que es preferible “ir a la cárcel” que cumplir con la ley en estos casos. Aunque la secretaria del episcopado se refirió siempre a la moral propia de la Iglesia, no dudó en hacer esta extensible a todo el conjunto de la ciudadanía, católicos o no.
Madre y embrión
Entre sus críticas se refirió a las palabras de la vicepresidenta De la Vega, quien aseguró que el Gobierno hará una reforma vanguardista de la ley del aborto, que defienda los derechos de la mujer. De la Cierva advirtió que el aborto no se refiere a los derechos de las mujeres porque “no se puede confundir el cuerpo de la madre con el ser humano del embrión”.
Derecho a la vida
También criticó las palabras del ministro Bernat Soria, quien apuntó que la sociedad española ya está preparada para introducirse en el debate de la eutanasia. En su opinión, esto debería “generar alarma”, porque se está hablando de “destruir un derecho fundamental, que es el derecho a la vida”.
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