lunes, 14 de julio de 2008

Los hosteleros sevillanos se rebelan ante el Arzobispado

El Arzobispado de Sevilla ha publicado un decreto mediante el que prohíbe celebrar bodas en haciendas y hoteles. El gremio de los hosteleros no ha tardado en oponerse a la medida: indican que las capillas de estos establecimientos tienen siglos de antigüedad y que la medida provocará un descenso de las bodas religiosas

Los hosteleros se han negado a informar al Arzobispado las bodas contratadas sin haber preguntado antes, al menos, a los contrayentes, ya que podrían vulnerar la Ley de Protección de Datos.

Obligatorio pasar por la vicaría
La orden publicada por el Arzobispado prohíbe expresamente los enlaces en hoteles, haciendas o cortijos a partir del 15 de julio, aunque los lugares tengan capillas u oratorios. La orden no se aplica a las bodas que ya estén concertadas, independientemente de la fecha de celebración.

Previsiones negativas
Según fuentes del sector hostelero, esta medida perjudicará a las bodas religiosas que verían menguar el número de enlaces por esta vía, como demuestran los datos divulgados recientemente por el Instituto Nacional de Estadística. En Sevilla, por ejemplo, en 2007, las bodas civiles supusieron el 31,2 por ciento, pero en provincias del norte de España este porcentaje asciende hasta el 60 por ciento.

Puestos de trabajo
Además, la medida no sólo afectaría a los contrayentes, sino que perjudicaría distintos puestos de trabajo. La prohibición deja sin trabajo al sacerdote, sacristán y personal del hotel. Además supondrá la pérdida de ingresos para los proveedores habituales y la pérdida de un negocio del que se "van a beneficiar otras diócesis". Cada boda suspendida puede afectar a 80 puestos de trabajo.

0 comentarios: